Los errores más comunes que cometemos los pescadores… y cómo corregirnos.

Todos tenemos hábitos, ya sean buenos o malos. Algunos estamos acostumbrados a pescar de la misma forma temporada tras temporada, incluso si estos hábitos pongan en riesgo nuestro éxito al pescar.

Cuando no sale como queremos solemos culparlo a la mala suerte, al mal clima o incluso que los peces fueron inteligentes; pero nunca la culpa es de nosotros. La realidad, aunque no nos guste, es que nuestros pobres resultados en la pesca son debido a nuestros propios errores o malos hábitos al pescar. Aquí daremos a conocer los que consideramos los malos hábitos más comunes y cómo corregirlos.

  • No reemplazar línea vieja o maltratada.

Cuántas veces hemos escuchado que “Esta línea es buenísma… llevo más de 2 años en el carrete y todavía aguanta. ¿Para qué cambiarla?” o “Mi línea sigue viéndose como nueva y además me costó cara… no la voy a cambiar aún”. La línea vieja o maltratada no permite que los señuelos se desempeñen de la mejor manera, lo cual hace más difícil sentir la mordida de una presa. Y lo peor es que se rompa cuando más la necesitamos.

Es muy recomendable cambiar de línea de nuestros carretes cada año si es posible. Y aquellos que pescamos muy seguido deben cambiarse con mas frecuencia aún. Si desea ahorrar, puede cortar los primeros 50 metros de la línea, estos son los que suelen a tener más uso y visiblemente más maltratados.

Otros recomiendan pasar los dedos los últimos metros de línea para buscar abrasiones o cortes. Si se encontrase alguno, se debe cortar inmediatamente el tramo dañado y unirlo nuevamente a través de un nudo nuevo.

Con estas prácticas nos ahorraremos tragos amargos e innecesarios por perder nuestras presas al partirse la línea.

  • Fijación de señuelos.

Otro de los errores más frecuentes. Siempre tenemos tendencia a elegir uno favorito, elegido porque nos ha permitido tener éxitos pasados y adquieren cuestiones sentimentales. Y el primer error que cometemos es atar ese señuelo tan pronto llegamos a nuestro punto. Pero ni bien este señuelo favorito lo cambiamos por otro de diferente color.

¿Pero has considerado que no siempre se utiliza el mismo señuelo en todos lados?

Hay condiciones que muchos dejan de tomar en cuenta. Como el clima, el oleaje o la temporada del año en que estamos pescando. 

En lugar de invertir una buena suma de dinero en diez señuelos iguales, pero de diferentes colores, es más recomendable abastecer nuestra caja con un buen surtido de señuelos que nos permitan cubrir la columna de agua, desde la superficie hasta el fondo.

 

  • Asumir que los anzuelos están bien afilados.

Creer no es suficiente, hay que estar seguros. Al igual que los cuchillos estos pierden sus filos rápidamente y amenaza tu pesca por su constante uso.

Una buena prueba sencilla para verificar el filo de un anzuelo es recargarlo ligeramente sobre la uña del pulgar e inclinarlo levemente. Si la punta se mantiene en la uña, el filo es bueno. Si, por el contrario, la punta se desliza o resbala sobre la uña, será necesario trabajar con la lima. O simplemente cambiarla

  •   No preocuparse por estudiar áreas nuevas.

Aunque suene cómodo, no es muy sabio pasar todo el día pescando en sólo los lugares que constantemente recurrimos ya que nos resultaron productivos. Es recomendable aventurarse a zonas nuevas donde nunca antes hemos pescado en salidas anteriores.

Los puntos productivos suelen ser visitados por muchísimos pescadores a tal punto que ya no se son productivos ya que los peces se asustan. Es por ello que con la experiencia que uno va adquiriendo va a saber descubrir zonas nuevas donde cree que es considerado un buen punto.

Aventurarse y descubrir puntos nuevos productivos y no muy concurridos nos permite invertir mejor nuestro tiempo de pesca. Volviéndolo más placentero al tener mejores resultados ya que el punto de esta actividad también es aventurarse.

  • La falta de práctica en nuestros lanzamientos

¿Tenemos idea de cuántos buenos peces hemos perdido por causa de lanzamientos imprecisos? Es un hecho que un señuelo que cae fuera de la zona de ataque será seguramente ignorado por el pez. Peor aún, una serie de lanzamientos imprecisos alrededor de la zona de ataque puede terminar por ahuyentar al pez. 

Practicar, practicar y practicar es la única solución para ser cada vez más precisos en nuestros lanzamientos. 

De la misma forma, es aconsejable practicar diferentes tipos de casteo y en diferentes posiciones, sobre el hombro, de lado, sobre el hombro contrario, de «revés», con la otra mano, etc. Esto nos permitirá afrontar las diferentes condiciones a las que nos enfrentemos. 

También es importante hablar de nuestra ubicación o posición respecto al punto hacia donde dirigimos nuestros lanzamientos. Independientemente de que pesquemos desde una embarcación o desde la orilla, debemos buscar que nuestra ubicación nos coloque dentro de un rango de lanzamiento acorde a nuestras capacidades, pero teniendo especial cuidado de no acercarnos tanto que asustemos al pez.

  • Fallas al clavar el anzuelo.

Esta es una de las principales razones por las cuales se pierden capturas prácticamente logradas. Y el sentimiento de perder una presa luego de luchar y esforzarse, desmotiva a los pescadores. Culpan a la mala suerte o al material con el que se está pescando.

Antes que nada, debemos considerar que el tiempo y la técnica de clavar el anzuelo varía de acuerdo al tipo de señuelo que estamos usando. Por ejemplo, cuando se pesca con lombriz, inmediatamente después de sentir la mordida hay que bajar la punta de la caña, embobinar la línea floja y dar un firme y rápido tirón, llevando nuestras manos hacia el pecho (no sobre nuestra cabeza).  

Muchos ejemplares se pierden porque el pescador se anticipa, es decir, da el tirón en el momento que se siente el piquete, sacando el señuelo de la boca del pez. Para evitar esto, es recomendable frenar nuestro reflejo y esperar a sentir peso o presión en la línea, que significa que el pez ya lleva el señuelo en la boca. También ayuda mucho usar la caña adecuada al tipo de señuelo que estamos usando.

Y como ya dijimos en anteriormente, el filo del anzuelo también juega un rol importante en la captura de la presa.

  • Tener la actitud incorrecta.

Los pescadores nos pasamos la vida aprendiendo sobre señuelos, carretes y cañas; hábitos de los peces, códigos de ética, temperatura del agua, presencia de frentes, lanchas, sonares, motores y una infinidad de cosas más…una curva de aprendizaje que no termina jamás alimentado por nuestro afán de ser cada vez mejores pescadores.

El conocimiento y conjunción de factores como los anteriores indudablemente hará de nosotros mejores pescadores. Sin embargo, hay un factor que por sí mismo puede tener tanto valor como todo lo anterior junto y, que pocas veces tomamos en cuenta una buena actitud.

Tal vez sea mejor recomendar que siempre busquemos el lado positivo de toda situación y sin importar qué tan adversas sean las condiciones, siempre salgamos al agua con la convicción de que pescaremos. Una actitud positiva siempre incrementa las posibilidades de éxito.

Con todos estos puntos que desarrollados esperamos que nuestros lectores puedan utilizar esta información. Saber que estamos ayudándolos a ser mejores pescadores nos enorgullece. Esperamos que tengan grandes éxitos.

- ProPesca -