Cómo mantener el carrete de pesca

A pesar de que cada vez los sellados de nuestros carretes son más efectivos, el día a día requiere de unos cuidados concretos con los que conseguiremos alargar notablemente la vida útil de ellos.

Por supuesto, el cuidado del carrete debe hacerse de forma regular: es necesaria una limpieza básica cada vez que volvamos de pesca y a esto añadir una limpieza y mantenimiento más a fondo cada cierto tiempo.

En el boletín de este mes te damos las principales claves para que puedas aprovechar tu confinamiento poniendo todos tus carretes en perfecto estado!!

EL MANTENIMIENTO DEL DÍA A DÍA

La buena noticia es que la aparición de modelos sellados, cada vez más presentes en el mercado, ha conseguido que podamos minimizar bastante el mantenimiento básico que se les debe hacer a los carretes sin embargo una caída accidental al agua, la exposición prolongada a la lluvia o al polvo etc pueden hacer que nuestro carrete requiera de unos cuidados específicos que garanticen su correcto funcionamiento.

La limpieza exterior de nuestro carrete no debería suponer ningún tipo de complicación especial. Por eso mismo y teniendo en cuenta que se trata de un proceso que apenas nos llevará unos minutos, lo ideal es hacerlo después de cada jornada de pesca. Simplemente debemos tener en cuenta que nunca debemos mojar nuestros carretes como medida de limpieza o mantenimiento.

El agua no es beneficiosa para los mecanismos de nuestros carretes, y además puede meterse en zonas en las que después no podremos secar bien con el consiguiente efecto que esto puede llegar a producir (óxido, deterioro de la grasa y lubricantes especiales etc…).

Para limpiar nuestros carretes simplemente necesitamos un cepillo o brocha suave, un paño húmedo y un bote de aceite fino como el de las máquinas de coser o mejor incluso uno específico para carretes de pesca.

Es importante destacar que solo tenemos que desmontar de nuestro carrete aquellas partes que por su uso así lo requieran, el cuerpo del carrete no debe abrirse nunca para engrases y limpiezas. En caso de algún problema derivado de su interior debemos enviarlo al servicio técnico especializado.

Por supuesto nunca utilizaremos un producto de limpieza que no esté específicamente pensado para la limpieza de carretes de pesca. Los productos que habitualmente utilizamos para la limpieza de las diferentes superficies de nuestra casa suelen contener solvente o sustancias abrasivas que, sin duda, dañarán el carrete (sobre todo aquellos que contengan alguna pieza de plástico). El jabón neutro que habitualmente podemos utilizar para lavarnos las manos suele ser la mejor opción.

 

La forma de proceder es la siguiente:

En primer lugar quitaremos la arena, polvo, barro y restos que puedan tener nuestros carretes con una brocha fina para poder seguidamente limpiar con un paño suave y un poco de aceite fino todo el cuerpo y piezas desmontadas (manecilla, tapón de freno, bobina y cuerpo).

Al limpiarlo con un paño con aceite conseguimos eliminar todos los restos de agua que puedan tener nuestros carretes además de protegerlos de posible oxidación o deterioros en su pintura. Debemos después dejar estas zonas totalmente secas sin restos de aceite para evitar que la suciedad se pegue a ellos (polvo, arena…).

Especial atención deberemos tener en caso de que el carrete haya caído al agua, en cuyo caso siempre es recomendable que retiremos la bobina y realicemos una limpieza algo más a fondo. De hecho, teniendo en cuenta hasta donde se haya ensuciado el carrete, si le ha entrado barro, arena o polvo, etc. deberemos valorar la realización de un lubricado del mismo que explicaremos a continuación.

La lubricación del carrete

Lubricar un carrete de pesca no es una labor del todo sencilla, sin embargo se recomienda que se realice al menos una vez al año, preferiblemente al comienzo de cada temporada. Antes de lubricar el carrete hay dos cosas fundamentales a tener en cuenta:

– Nunca desmontaremos el carrete por completo si no tenemos la seguridad de que podremos volver a montarlo.

– Debemos tener bien claro cuáles son los puntos en los que echar grasa y cuáles los que necesitan aceite. Esto es:

  • Grasa: para los engranajes.
  • Aceite: para los rodamientos.

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